un baño verde


Como a las 2 la luz que se filtra por la ventana del baño ilumina la tina y las paredes de azulejo verde pistache. Es la luz la que se describe en el camino y rebota inundandolo todo con un olor a jabón y shampoo de frutas, de repente los rostros formados por los restos de cemento dejan de ser brujas y son hombres con narices refinadas y un gesto de aprobación... gracioso tener a algunos franceces admirando la luz de mi baño. Una araña despistada ha entrado por la ventana dejando un tendedero de gotitas de agua. Me gusta aventar el agua al techo... sólo para ver cómo las gotas se vuelven pesadas y caen como lluvia fría dentro de mi baño, mientras toco las nubes recién salidas de la regadera. Y se escucha un piano al fondo, un piano con sus notas más agudas, como echas por pequeños alfileres picando un cubito de hielo y luego viene el silencio.


el silencio con sus pequeños ruiditos, los pájaros, ladridos, voces afuera y voces adentro, voces de todos y de nadie conocido, voces familiares que me dicen y me dicen cosas sin sentido. Latidos que se sienten por todo el cuerpo, cómo se irriga la sangre y cómo se relajan los músculos ante un chorro de agua caliente que abraza, resguarda y promete apapacharte siempre que te quedes ahí.

Lo mejor es cuando sales.

La ventana no sólo invita al sol, también al viento. Te acaricia con frescura y en su vasta energía arrastrada por el mundo te empuja a conquistarlo mientras inunda mis ojos de verde pistache.

Comentarios

D dijo…
Ya hasta quiero conocer tu baño ja!, me encanta como ves y describes el mundo, y las imágenes (me refiero a la que acompaña lo que escribes y a la que creas en mi mente) son geniales.

Entradas populares